En mi sed insaciable de búsqueda de materiales que pueda utilizar con los niños, me topé hace unos días con esta pequeña maravilla: "En su paseo diario por el bosque, un joven oso encuentra un trozo de papel escrito junto a un seto. Aunque no puede leerlo, causa en él tal magnetismo y curiosidad que lo guarda como un tesoro. Algunos años más tarde durante el verano, dando un paseo, observa a una joven con la mirada puesta en un libro. Este espectáculo, que relaciona con el papel que todavía conserva, le empujará a acudir todos los días a oír su mágica voz, aun sin comprender nada, y a escuchar las historias que la joven lee todas los días sentada junto a su cabaña."
Así se presenta este libro, "El oso que amaba los libros", que edita Juventud y que forma parte de su colección Álbumes Ilustrados.
Pocas veces he sentido tanta ternura como al leer estas páginas. Durante la historia, la magia es casi palpable, la magia que transmiten los mismos libros, y la magia que impregna a aquel oso, que aunque no podía entenderlos, era capaz de percibir que se encontraba ante algo muy valioso. En definitiva, un canto al placer de leer y escuchar historias, cosas que parecen tan abandonadas en nuestros días; y también una defensa del libro como objeto, como objeto que puede provocar nuestra fascinación y nuestra curiosidad por aprender, por descubrir, por sumergirnos en esos mundos paralelos, llenos de aventura, amor y misterio.
Por supuesto, del placer de escuchar a un excelente narrador de historias bebió el autor del libro, Dennis Haseley. Su madre y su voz mágica marcaron su infancia narrándole todo tipo de historias, ya incluso de adulto. Y he aquí su homenaje a quien todavía se atreve a darle cuerpo a una historia, a ponerle voz, a hacer su particular interpretación de unas páginas impresas.
Pero evidentemente, el texto no sería lo mismo si no estuviese acompañado por esas magníficas ilustraciones al pastel. Jim LaMarche estudió biología (aunque lo que él realmente deseaba era ser mago, pero en fin, avatares de la vida), pero no fue hasta mucho después cuando descubrió que su verdadera vocación era ilustrar libros para niños, y he aquí una muestra. Los colores cálidos, los trazos suaves, nos mecen en esta mágica fábula a través de los bosques, de los árboles y de las páginas que encantaban a nuestro oso. Definitivamente, una auténtica delicia para los que, como el oso y su desinteresada narradora, amamos los libros.
*Encontraréis este libro publicado en la Editorial Juventud: http://www.editorialjuventud.es/3395-3.html
ISBN: 978-84-261-3395-3
Colección Álbumes Ilustrados. Encuadernado en cartoné. Formato: 28,5 x 23,5 cm. 32 páginas.
*Precio aproximado: 12 €.
